lunes, 10 de septiembre de 2012

LA LUBINA


Propiedades de la lubina

La lubina es un alimento de origen animal dentro de nuestra dieta, de la familia moronidae, género dicentrarchus y especie labrax. En lo que se refiere al tipo de alimento, pertenece al grupo pescados, y por sus características lo enmarcamos dentro de la rama pescado semi-graso.

En cuanto al aspecto nutricional, es un alimento con un significativo aporte de selenio, fósforo, vitamina B12, proteínas, calcio, colesterol, agua y potasio. El resto de nutrientes presentes en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: hierro, vitamina B3, vitamina B6, yodo, magnesio, calorías, vitamina B, ácidos grasos poliinsaturados, vitamina E, sodio, vitamina B2, grasa, cinc, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos saturados y vitamina B9.

Por su contenido en selenio la lubina refuerza la protección contra enfermedades cardiovasculares a la vez que estimula el sistema inmunológico. El carácter antioxidante del selenio, retarda el proceso de envejecimiento celular, a la vez que le confieren propiedades preventivas contra el cáncer. La acción de este nutriente guarda relación con la actividad de la vitamina E.

Debido al aporte de fósforo, la lubina contribuye a la mejora de determinadas funciones de nuestro organsimo como la formación y desarrollo de huesos y dientes, la secreción de leche materna, la división y metabolismo celular o la formación de tejidos musculares. La presencia de fósforo (en forma de fosfolípidos) en las membranas celulares del cerebro es fundamental, favoreciendo la comunicación entre sus células, mejorando de esta manera el rendimiento intelectual y la memoria.

La concentración de vitamina B12 en la lubina, es beneficiosa para las funciones del sistema nervioso, corazón y cerebro. La vitamina B12 -o cobalamina- favorece el mantenimiento de la envoltura de mielina de las células nerviosas y participa en la síntesis de neurotransmisores. Además, se necesita para la conversión de ácidos grasos en energía, y ayuda a mantener la reserva energética de los músculos a la vez que colabora para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. La presencia de esta vitamina en nuestro organismo está íntimamente relacionada a la de la vitamina B9, siendo necesaria para el metabolismo del ácido fólico. Al igual que éste, la cobalamina interviene en la formación de glóbulos rojos y la síntesis de ADN, ARN y proteínas.

Por su relevante aporte de proteínas, la lubina es idónea para el adecuado crecimiento y desarrollo del organismo, favoreciendo las funciones estructural, inmunológica, enzimática (acelerando las reacciones químicas), homeostática (colaborando al mantenimiento del pH) y protectora-defensiva.

Como consecuencia de los niveles de calcio que presenta, la lubina contribuye al fortalecimiento de huesos, dientes y encías, y favorece la adecuada coagulación de la sangre, previniendo enfermedades cardiovasculares, ya que el calcio ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre. Este nutriente ayuda también en la regularidad de la frecuencia cardíaca y en la transmisión de impulsos nerviosos, contribuyendo a reducir la tensión arterial en personas con hipertensión. El calcio además, mantiene la permeabilidad de las membranas celulares, e interviene en el proceso de la actividad neuromuscular, entre otras funciones.

El consumo de lubina aportará colesterol a nuestro organismo, requerido tanto en tejidos corporales -hígado, médula espinal, páncreas y cerebro- como en el plasma sanguíneo, siendo esencial para crear la membrana plasmática que regula la entrada y salida de sustancias a través de las células. Una dieta con una elevada proporción de grasas saturadas, elevará los niveles de colesterol en la sangre y conllevará un mayor riesgo de padecer aterosclerosis -estrechamiento de las arterias por la acumulación de lípidos en sus paredes- y otras enfermedades cardiovasculares.

La lubina contiene un 78,40% de agua, y por lo tanto favorece la hidratación de nuestro organismo, al que debemos abastecer, incluyendo el consumo a través de los alimentos, con una cantidad de agua que oscila entre los 2,7 y los 3,7 litros, dependiendo de cada constitución, de la actividad física desarrollada, o de estados como el embarazo, la lactancia, enfermedad o exposición a fuentes de calor, circunstancias estas últimas donde las necesidades de consumo aumentan.

La lubina destaca por su aporte de potasio, que junto con el sodio, se encarga de regular el balance ácido-base y la concentración de agua en sangre y tejidos. Las concentraciones de estos dos elementos en el interior y exterior de las células de nuestro organismo, generan un potencial eléctrico que propicia las contracciones musculares y el impulso nervioso, con especial relevancia en la actividad cardíaca.

Aporte Nutricional Medio (en 100 gr)

Energía: 97,90 KcalPotasio: 340,00 mgVitamina A: 0,00 µg
Proteínas: 19,30 gFósforo: 410,00 mgVitamina B1: 0,06 mg
Hidratos: 0,00 gFibra: 0,00 gVitamina B2: 0,06 mg
Agua: 78,40 gGrasa: 2,30 gVitamina B3: 3,68 mg
Calcio: 130,00 mgColesterol: 80,00 mgVitamina B6: 0,20 mg
Hierro: 2,20 mgAGS: 0,41 gVitamina B9: 3,00 µg
Yodo: 7,00 µgAGM: 0,61 gVitamina B12: 4,00 µg
Magnesio: 25,00 mgAGP: 0,60 gVitamina C: 0,00 mg
Cinc: 0,30 mgCarotenoides: 0,00 µgVitamina D: 0,00 µg
Selenio: 36,50 µgRetinol: 0,00 µgVitamina E: 0,50 µg
Sodio: 69,00 mg

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