martes, 18 de marzo de 2014

BENEFICIOS Y PROPIEDADES DEL OMEGA-3


Las principales investigaciones sobre los efectos de los ácidos grasos se han centrado en el ácido graso omega-3, habiéndose demostrado claramente que reducen el riesgo de enfermedad cardiaca. La American Heart Association recomienda comer pescado al menos dos veces a la semana, especialmente pescado graso como caballa, trucha, arenque, sardinas, salmón y atún blanco.
El consumo de ácido graso omega-3 reduce la inflamación y puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como cáncer, artritis o enfermedades del corazón. Estos ácidos grasos se encuentran en altas cantidades en el cerebro y parecen jugar una función muy importante en el funcionamiento cognitivo. De hecho, los niños que no han recibido suficiente cantidad de ácidos grasos omega-3 durante su gestación tienen un mayor riesgo de presentar problemas visuales y del sistema nervioso.
La importancia del equilibro entre ácidos grasos
Para que los ácidos grasos puedan ejercer su función correctamente es muy importante no solo que existan en cantidades suficientes, sino también que haya un adecuado equilibrio entre las cantidades de omega-3 y omega-6. Los primeros ayudan a reducir la inflamación, mientras que los ácidos grasos omega-6 estimulan la reacción inflamatoria.
Una alimentación sana, como la dieta mediterránea, ayuda a mantener este equilibrio porque contiene alimentos ricos en omega-3, como cereales integrales, frutas y verduras frescas, aceite de oliva, pescado, o ajo. Sin embargo, en muchos países occidentales la alimentación tiene un contenido mucho más elevado de omega-6 que de omega-3. Este desequilibro se debe a diversas razones, como:
• Disminución del consumo de alimentos ricos en omega-3.
• Consumo de cereales refinados en vez de integrales.
• Aumento de la ingestión de azúcar (que interfiere con el metabolismo de los ácidos grasos).
• Aumento del consumo de grasas hidrogenadas.
• Deficiencias nutricionales (la vitamina B6, por ejemplo, es necesaria para el metabolismo de los ácidos grasos).
• Aumento del consumo de fármacos.
Los ácidos grasos más importantes
Alfa linolénico, del que ya hemos hablado.
Ácido eicosapentanoico (EPA), de la familia omega-3. Ayuda a regular la inflamación, el sistema inmunitario, la circulación y la coagulación sanguínea. Se encuentra en el pescado graso principalmente.
Ácido docosahexanoico (DHA), de la familia omega-3. Juega un papel importante en el desarrollo del cerebro y la retina en bebés. También juega un papel importante en la salud de las articulaciones y la función cerebral. Se encuentra en el pescado graso principalmente y también en el huevo y algunos tipos de algas.
Ácidogamma linoleico (GLA), de la familia omega-6. Interviene en el funcionamiento del cerebro, la salud de las articulaciones y el equilibrio hormonal. Se encuentra en el aceite de borraja y de onagra.
Síntomas de deficiencia o desequilibro de ácidos grasos
• Piel seca y/o agrietada
• Ojos secos
• Caspa
• Irritabilidad
• Cabello seco
• Uñas blandas y quebradizas
• Sed excesiva
• Heridas que tardan en curar
Enfermedades asociadas con la falta o desequilibrio de ácidos grasos
• Asma
• Diabetes
• Artritis
• Eczema
• Fatiga
• Hiperactividad
• Cáncer
• Depresión
• Caída del cabello
• Lupus
• Hipertensión
• Enfermedad cardiovascular
• Problemas de memoria
• Esquizofrenia
• Trastorno bipolar
• Enfermedad de Alzheimer
• Degeneración macular


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