¿Alguna vez has pensado
en recurrir a un entrenador personal para ponerte en forma?seguro que sí, pero
has descartado la idea por considerarlo un lujo sólo al alcance de unos pocos.
Desde hace algún tiempo ya no es así. Cada vez hay más gente que se decanta por
esta manera individualizada de ejercitarse. Sobre todo aquellas personas para
las que ejercicio físico es igual a sacrificio, agujetas o aquellas que no
tienen tiempo para compaginar su vida diaria con el deporte. Han surgido nuevas
maneras de mantenerse en forma y cuidar la salud sin que ello suponga una pesada
carga o un propósito difícil de cumplir.
El beneficio principal de tener un entrenador
personal es precisamente ése: que es personal, para ti, para tu cuerpo y tus
necesidades. El aprovechamiento que se obtiene de una clase individual es
siempre mayor que el que se logra en una clase colectiva. Así, el alumno nota
los efectos mucho antes y alcanza los objetivos que se ha propuesto en un plazo
menor, rentabilizando al máximo el tiempo y el dinero invertido.
Otra ventaja es que, si
es un profesional acreditado (y así debes exigirlo), tendrá conocimientos de
nutrición y podrá asesorarte en tu dieta para que los resultados se mantengan a
largo plazo.
Resulta muy recomendable
para aquellas personas que sufren determinadas patologías y no pueden ejercitar
su cuerpo con total normalidad, o simplemente seguir el ritmo de una clase
colectiva, y no quieren renunciar a sentirse sanos y en forma. Estas personas
necesitan ejercicios muy específicos y supervisión constante, y el riesgo de
lesión es prácticamente nulo.
Ya sabes, si tienes dudas pregunta, infórmate, te ayudare a introducir el ejercicio físico en tu vida de forma agradable,
a tu ritmo. Tu físico y sobretodo tu salud lo agradecerá.
“Si lo puedes Soñar…lo puedes Conseguir”.
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